Hospital del Mar Research Institute Hospital del Mar Research Institute

Noticias

Nota de prensa

La relación entre la contaminación atmosfèrica del ozono y la muerte prematura confirmada

Según el informe elaborado por el Comité de Investigación Nacional de EEUU

La relación entre la contaminación atmosfèrica del ozono y la muerte prematura confirmada

Según un nuevo informe del Consejo de Investigación Nacional de EE.UU. en el que ha participado Nino Künzli, profesor ICREA del CREAL-IMIM, es probable que la exposición a corto plazo a los niveles actuales de ozono existentes en muchas áreas, contribuya a incrementar el número de muertes prematuras.

Se dispone de pruebas suficientes para que la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. incluya la mortalidad relacionada con el ozono en los análisis de la Seguridad Social relacionados con los futuros estándares de ozono. Esto es especialmente relevante si tenemos en cuenta que en el reciente análisis de riesgo de las muertes por contaminación que realizó el CREAL-IMIM para el área de Barcelona, no se incluyó el ozono como elemento de riesgo, y por tanto el impacto total de la contaminación sobre la salud y las muertes evitables pudo estar infraestimado.

No se solicitó a la comisión que redactó el informe que analizase la forma en qué la Agencia de Protección Medioambiental había utilizado los datos para establecer los estándares de ozono, incluido el nuevo estándar de salud pública establecido por la agencia el mes pasado.

El ozono, un componente clave de niebla tóxica, puede causar problemas respiratorios y provocar otros efectos en la salud. Además, han aumentado los datos que establecen una relación entre la exposición a corto plazo (inferior a 24 horas) al ozono con la mortalidad. Sin embargo, las interpretaciones de los datos difieren, hecho que ha llevado a la Agencia de Protección Medioambiental a solicitar el informe del Consejo de Investigación. En concreto, la agencia solicitó a la comisión que analizase la relación entre ozono y mortalidad y que se evaluasen los métodos para asignar un valor monetario a las vidas salvadas por las evaluaciones salud-beneficios.

En base a un estudio de reciente investigación, la comisión descubrió que las muertes relacionadas con la exposición al ozono se dan con más frecuencia en personas con enfermedades ya existentes y otros factores que pudieran aumentar su susceptibilidad. Sin embargo, las muertes prematuras no se limitan a las personas que están a punto de morir.

Además, la comisión estudió los trabajos de investigación basados en grandes grupos de población con el fin de determinar cómo los cambios en la concentración de ozono en el aire pueden afectar a la mortalidad, y en concreto, para determinar la existencia de un umbral, es decir, una concentración de ozono por debajo de la cual la exposición no suponga un riesgo de muerte. La comisión concluyó que, si existe un umbral, probablemente se encuentre en una concentración inferior al estándar actual de salud pública. Dado que las personas tienen sensibilidades específicas a la exposición al ozono, no todo el mundo experimentará una modificación en el riesgo de muerte si cambia la concentración de ozono en el aire. La comisión afirma que, en investigaciones futuras, se deberá evaluar cómo pueden variar los umbrales personales y la medida en la que éstos dependen de la debilidad de cada persona.

La comisión apunta que la investigación de la exposición a corto plazo no explica toda la mortalidad relacionada con el ozono, y el riesgo de muerte estimado podría ser superior a aquel en el que se basan, exclusivamente, estos estudios. Para una mayor comprensión de todas las posibles conexiones entre ozono y mortalidad,las investigaciones futuras deben examinar si la exposición superior a 24 horas y la exposición a largo plazo (semanas o incluso años) están asociadas con la mortalidad, e incluso el impacto que la exposición al ozono puede tener sobre la esperanza de vida. Por ejemplo, las muertes relacionadas con la exposición a corto plazo pueden producirse sólo después de unos días o pueden estar asociadas con múltiples exposiciones a corto plazo.

Adicionalmente, la Agencia de Protección Medioambiental debe controlar el ozono durante los meses de invierno, cuando éste es inferior, así como en comunidades con inviernos más calurosos y más frescos, para comprender mejor las diferencias estacionales y regionales respecto al riesgo. Asimismo, un trabajo de investigación más profundo puede apreciar cómo otros contaminantes (p.e. las partículas transportadas por el aire) pueden afectar al ozono y al riesgo de mortalidad.

Al igual que a otras agencias federales, se ha solicitado que la Agencia de Protección Medioambiental lleve a cabo un análisis de coste-beneficio respecto a las acciones de mitigación que tengan un coste superior a 100 millones de USD al año. Recientemente, la Agencia de Protección Medioambiental ha utilizado los resultados de estudios de población para calcular el número de muertes prematuras que se evitarían con las reducciones de ozono esperadas por las diferentes opciones políticas y asignar posteriormente un valor monetario a las muertes evitadas, empleando el valor de una vida estadística (VSL, por su siglas en inglés).

El valor de vida estadística se extrae de estudios con adultos que indican el “precio” que estarían dispuestos a pagar, es decir, a qué beneficios o comodidades estarían dispuestos a renunciar para cambiar su riesgo de muerte en un periodo determinado a cambio de un pequeño importe. El valor monetario del resultado de la mejora de salud se basa en el valor que el grupo coloca a la hora de recibir un beneficio para la salud, que no es el valor seleccionado por políticos o expertos.

La Agencia de Protección Medioambiental aplica el valor de vida estadística a todas las muertes evitadas sin tener en cuenta la edad o el estado de salud. Por ejemplo, se calcula que una persona de 80 años con una mala salud tiene el mismo valor de vida estadística que un niño sano de 2 años. Para determinar si un planteamiento que tiene en cuenta las diferencias en la esperanza de vida restante puede sostenerse científicamente, la Agencia de Protección de Medioambiente solicitó a la comisión que examinase el valor de prolongar la vida. Por ejemplo, la Agencia de Protección de Medioambiental podría calcular el valor de vida estadística para estimar el valor de la vida restante, de modo que un niño de dos años tendría un valor de vida estadística más alto que una persona de 80 años. Es plausible que personas con una menor esperanza de vida estarían dispuestas a dedicar menos recursos para reducir su riesgo a una muerte prematura que aquellas que tienen una mayor esperanza de vida. Por el contrario, si se pudiese mejorar la condición que provoca la reducción de la esperanza de vida y se pudiese preservar o devolver una calidad de vida aceptable, es posible que se diera un alto valor a prolongar la vida, incluso si ya se tienen otros problemas de salud o se está en una edad avanzada.

La comisión concluyó que la Agencia de Protección Medioambiental no debe ajustar el valor de vida estadística, pues los datos actuales no son suficientes para determinar cómo puede cambiar el valor de acuerdo con las diferencias en la esperanza de vida y el estado de salud. Sin embargo, la comisión no rechazó la idea de que tales ajustes pudiesen ser adecuados en un futuro. Para progresar en la determinación de un valor de esperanza de vida, han de evaluarse enfoques alternativos en los análisis de sensibilidad y llevar a cabo una investigación más profunda para poder contestar a las preguntas surgidas a raíz de la validez del planteamiento actual de la Agencia de Protección Medioambiental.

El estudio ha sido patrocinado por la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU., la Academia Nacional de Ciencias, la Academia Nacional de Ingeniería, el Instituto de Medicina y el Consejo Nacional de Investigación, que forman las Academias Nacionales. Son instituciones privadas, sin ánimo de lucro que proporcionan asesoramiento científico, tecnológico y de política de la salud en atención a sus estatutos fundacionales. El Consejo de Investigación es la principal agencia operativa de la Academia Nacional de Ciencias y la Academia Nacional de Ingeniería. Sigue una listado de la comisión.

Todas las noticias

© Institut Hospital del Mar
d'Investigacions Mèdiques
Aviso legal y Política de Privacidad | Política de cookies | Mapa Web | Accesibilidad | Dirección y accesos | Contacto